Muy bien frikis del mundo de los cómics, por fin ha llegado la secuela de "The Amazing Spider-man", esa maravillosa película que nos hizo cambiar la forma de ver a Peter Parker, que antes era bastante soso e insoportablemente aburrido, ahora es un fabuloso y guapísimo chico con un gran sentido del humor. A parte de que en esta secuela cuentan con el alucinante actor Jamie Foxx y una cantidad de efectos especiales, decorados y demás cosas que han tenido que meter para que sea tan impresionante, el final destroza la historia. Vamos, no fastidies, ¿se tiene que morir Gwen? Esta fabulosa Gwen, que nos encantaba a todos, que daba el punto bonito, sensible a la historia y le daba más valor aun a nuestro superhéroe. Señores guionistas, director, o de quien haya sido esta mierda de idea, se la podían haber guardado. ¡¡Si quiero llorar me voy a ver un drama, no una película de Spider-man!!
Sinceramente, es una buena película pero como chica sensible que quiere reír y disfrutar de las películas sin finales inesperados ni giros dramáticos, estoy muy decepcionada con ese final. Han perdido una gran seguidora.
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