Ocho apellidos vascos.
Se trata de la película de moda y, no es para menos. Película tronchante y alegre donde las haya.
Completamente recomendable para pasar un gran rato y alegrarte el día, la tarde o lo que haga falta.
Tirando de tópicos, que siempre hacen mucha gracia, y mezclando dos partes de España completamente dispares y opuestas, Pais Vasco y Sevilla.
A pesar de las cagadas en el montaje, la película tiene el grado de sublime en todos los aspectos. Un gran reparto y unos paisajes impresionantes que te hacen desear recorrerte la península entera para descubrirlos.
Una gran lección de que no hace falta meter sexo, gays, drogas o dramas imposibles en una película para que triunfe. ¡¡A ver si aprenden algunos!!
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